DESTACADO. CONOCIENDO UN POCO: CÓMO SURGIÓ LA FARMACOLOGÍA.

La Farmacología ha existido casi al mismo tiempo en que el hombre interactuó con la Naturaleza para protegerse creando artefactos y utensilios que le ayudarían a cambiar sus hábitos alimenticios y de vida, así como del empleo (tal vez accidental) sustancias que provenían de plantas, cuyo conocimiento y uso fue relacionándose con lo “misterioso”, lo “místico”, o simplemente, lo supersticioso; ya que buscaba objetos animados o inanimados para “expulsar” a los “malos espíritus” que habían poseído al enfermo o para evitar que lo poseyeran; lo que permite la relación entre la magia y la experimentación (prueba y error) de plantas medicinales o cuyas propiedades podrían servir para la “cura mágica”: cantos, conjuros, ritos mágicos y un claro efecto “hipnótico” da paso a la elaboración de medicamentos “efectivos”,  (Era Paleolítica, Edad de Piedra).

Muchísimo después, las civilizaciones humanas “más modernas” o “menos primitivas”, aportan un gran desarrollo en la medicina, especialmente en el Valle del Nilo, (los egipcios, y la planicie del Tigris y del Éufrates, los sumerios, babilonio y asirios, posteriormente, los fenicios y hebreos. Con lo cual se podría asegurar que los seres humanos antes de ser agricultores fueron farmacólogos, pues al observar los efectos de las plantas en la alimentación, se percataron cuáles eran benéficas y cuales no; por ejemplo, los egipcios estudiaron los efectos de la mordedura de serpientes en prisioneros, para determinar, no sólo la efectividad del veneno, sino la cantidad de acuerdo a su complexión y la reacción producida a esta.

Gracias a la escritura, los conocimientos médicos se registran en tablillas de arcilla, es decir, algunas “recetas” utilizadas en Mesopotamia por los “curanderos” o “médicos”, como la descripción del uso del regaliz; mientras que en Egipto, la información se registra en papiros y monumentos; dicha información es más cuantitativa, pues se describen cómo se emplean el aceite de ricino, el opio, el azufre y el hierro, entre otros, mezclados con sangre de animales, restos de un libro viejo cocido en aceite, y órganos de animales domésticos, con fines terapéuticos. De ahí que la medicina egipcia lograra formar clínicos y cirujanos que tenían una conducta normativa profesional estricta, por lo que influenciaron a sus vecinos. 

En ese momento, en China se registraba un compendio de 40 volúmenes con remedios a base de plantas medicinales, lo que hace competencia a los logros egipcios en esa área de elaboración de medicinas.

Ahora bien, podemos observar la influencia egipcia en la medicina griega y romana, además de los aspectos mitológicos, como Imhotep, médico y arquitecto egipcio, que los griegos tomaron como la representación de Asclepios, hijo del dios Apolo y de la ninfa Coronis, que “vence” a la muerte, adquiere sus habilidades médicas del centauro Quirón y una serpiente le enseña el arte de las plantas; de ahí se deriva el símbolo de la medicina.

Con Hipócrates y su teoría de los Humores, los medicamentos pasan a segundo orden, ya que lo importante es restaurar el equilibrio con la dieta; sin embargo, se usa el opio, la genciana, el azufre y el arsénico.

En Roma, Esculapio (Asclepios griego) es tomado como el dios de la medicina; cuyo máximo representante es Galeno quien transforma la teoría humoral en teoría racional y sistemática donde clasifica los fármacos, en tres grupos medicamentos simples, medicamentos complejos y medicamentos que tenían acciones propias como los purgantes o vomitivos; Aulo Cornelio Celso escribe un tratado de medicina que divido como médico, terapéutico, dietético, farmacéutico y quirúrgico; Plinio, escribe una enciclopedia de los reinos vegetal, animal y mineral; Scribonius Largus escribe un formulario farmacéutico con preparaciones simples y complejas; Pedáneo Discórides describe cerca de 600 plantas, 35 fármacos de origen animal y 90 de origen mineral, desarrollando un método científico de observación y clasificación de estos fármacos, probándolos y agrupándolos según la semejanza de sus acciones, por compuesto, no por enfermedad.

La medicina árabe también se vio influenciada por los conocimientos griegos, el Califa de Bagdad, manda traducir las obras médicas griegas, entre ellas están las de Aristóteles, Hipócrates, Dioscórides y Galeno, el traductor, profesor de su hijo, contribuye con fórmulas matemáticas para el cálculo de la cualidad de un fármaco, basado en la cualidad calor-frío de cada uno para determinar la intensidad del mismo.

Durante la Edad Media (Época Oscura), se hace muy poco por las investigaciones de los fármacos, solamente los médicos árabes y los judíos, que aprendieron medicina gracias al contacto que tenían con estos árabes, permitieron que Europa se enriqueciera de los conocimientos logrados hasta el momento; aunque la mayoría de las aportaciones son árabes, como el filósofo y médico Avicena, o del médico judío Maimónides, sus escritos son considerados los “oficiales” porque describen detalladamente la preparación de cientos de fármacos; incluyendo los conocimientos sobre química y alquimia. Por ello, a los árabes se les debe la reglamentación e inspecciones estatales de los fármacos: cómo almacenarlos y prepararlos correctamente, así como los castigos a boticarios que vendían medicamentos falsos o deteriorados.

Para el siglo XVI, las farmacias se establecen formalmente como establecimientos para la elaboración y venta de fármacos; donde Paracelso, gracias a sus estudios de química y alquimia, desecha la teoría humoral de Galeno y populariza el uso de tinturas y extractos químicos; produce el láudano (tintura de opio), se manifiesta contra la mezcla de fármacos derivados del reino animal y vegetal; dándose cuenta que cualquiera que fuera la sustancia activa, se encontraba diluida entre los ingredientes inertes de estos; por si fuera poco, introduce el mercurio como tratamiento de la sífilis. Comprende la relación entre la cantidad del fármaco administrada y sus efectos beneficiosos o dañinos, tal como los egipcios antiguos ya lo sabían. 

Fue en el siglo XVII cuando estas observaciones de Paracelso son retomadas por William Harvey al publicar sus estudios sobre la circulación de la sangre que hizo posible la conexión temporal entre los efectos biológicos producidos y la administración del fármaco. Aunque en Edimburgo, instalan un jardín botánico con plantas medicinales; considerando dichos jardines como un signo de cultura y civilización por toda Europa; así, la Botánica fue sinónimo de la llamada Materia Médica, conjunto de todos los materiales que se pueden utilizar con propósitos medicinales. Con esta materia aparecen los llamados iatroquímicos, los cuales proponen cambiar el objetivo de la alquimía para desarrollar y aislar productos que sirvan como remedios para aliviar o curar enfermos; a través de la destilación buscaban aislar las esencias o principios concentrados y efectivos, para separarlos de las partes inactivas; produciendo “reactivos” con los cuales se elaboran más productos nuevos. Por ello, las plantas ya no fueron la única fuente de recursos terapéuticos. Lo que, a su vez, desarrolla un interés más serio y formas en las sustancias tóxicas y los compuestos con efectos nocivos, dando paso a la Toxicología, como rama de la Farmacología que estudia los efectos indeseables de las sustancias químicas en el organismo.

En el siglo XVIII, se inician los estudios toxicológicos de los compuestos; Francois Magendie y Claude Bernard, establecen que el punto de acción de un fármaco está situado es estructuras específicas del organismo; comenzaron a utilizar animales en sus experimentos, sin embargo, por la falta de una metodología adecuada, no pudieron precisar estos sitios de acción.

En consecuencia, se descubren los usos de otros fármacos con una acción específica, como la morfina (hipoanalgésico, 1805), la codeína (antitusígeno 1833), el ácido acetil salicílico (antipirético 1874), entre otros. Por ejemplo, Frederich Serturner que aisla la morfina del opio, se inyectó a sí mismo y a tres amigos una dosis alta, sufriendo una intoxicación aguda por morfina.

A finales del siglo XIX, las enfermedades son entendidas y sus remedios más exactos, lo que dio pie al origen de la Química sintética, que se combinan con los conocimientos médicos para generar medicamentos innovados con un propósito predeterminado; todo derivado por la Louis Pasteur y la Inmunología, cuando desarrolla junto a sus colaboradores, de modo artificial, la vacuna del carbunco del ganado:

La farmacología, ya como disciplina independiente de la medicina, se reconoce oficialmente en 1847. Pero es Paul Erlich el pionero en la búsqueda de productos capaces de combatir microorganismos infecciosos, al descubrir el Salvarsán (arsénico que salva) para tratar a la sífilis, todo con el conocimiento adquirido por la Química sintética. 

De este modo, en el siglo XX, los farmacéuticos ya no requieren de los laboriosos y lentos procesos para extraer los principios activos de los productos naturales; pueden, ahora, sintetizar los fármacos en el laboratorio; probándolos en un periodo de tiempo más corto y comprendiendo cómo actúan al identificar su mecanismo de acción a nivel molecular.

En 1922, un par de científicos extraen un “pedazo” del páncreas de una paciente diabética, logrando descubrir la insulina; en 1930 se aísla la testosterona; en los años 60, la hormonoterapia revoluciona al mundo: se crean los anticonceptivos orales, la “pastilla” anticonceptiva.

Por ello, la Farmacología se presenta como una ciencia en rápido desarrolla, abarcando áreas fisiológicas, químicas, bioquímicas, ecológicas y jurídicas, comprendiendo todos los aspectos que se relacionan con la acción de los fármacos, su origen, síntesis, preparación, propiedades, acciones en el ámbito molecular o general, su transportación y biotransformación en el organismo, las formas y vías de administración, efectos indeseables, etc., donde aparezca un fármaco (sustancia) sin importar su origen, con características adecuadas para formar un medicamento, su principio activo.

Referencias.

Dra. Mayra Levy Rodríguez. Farmacología. Su historia y desarrollo.

http://www.scf.sld.cu/PDF/farmacologia.pdf

Dr. Julián Villareal, La Farmacología mexicana: Historia y futuro (Revista Avance y Perspectiva, vol. 31, 1987, 3-17)

http://www.amefar.org.mx/content/docs/historia.pdf

Historia de la Farmacología.

http://www.mailxmail.com/curso-farmacologia-normativa-aprobacion-farmacos/historia-farmacologia

Lülman. Farmacología general. Texto y Atlas.http://books.google.com.mx/books?id=BXC_e6SiK94C&pg=PA3&lpg=PA3&dq=HISTORIA+DE+LA+FARMACOLOG%C3%8DA&source=bl&ots=J6ZtkM4uqz&sig=cH1OlJPTfrF0brD4l19NGdJNaQs&hl=es&sa=X&ei=dlJZU_-hNueF8gGgooHoDg&ved=0CG4Q6AEwDQ#v=onepage&q=HISTORIA%20DE%20LA%20FARMACOLOG%C3%8DA&f=false

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