Durante el 2010 cerca de 170 países se comprometieron a cumplir con 20 metas de Aichi (Japón) para la protección de la diversidad y el medio ambiente, sin embargo, han transcurrido 10 años y ninguno de esos objetivos se logró cumplir.
Los países firmaron un pacto para proteger la flora y la fauna, incluyendo la extinción de cerca de un millón de especies en las siguientes décadas, ya que se preveía una sexta extinción masiva causada por la humanidad.
Entre las metas se encontraban la reducción al menos de la mitad de la pérdida de bosques, evitar la pesca excesiva y la degradación de los arrecifes, aplicar la agricultura sostenible, disminuir los niveles de contaminación, controlar las especies invasoras que afectan a los ecosistemas, evitar la extinción de especies en peligro y conservar las fuentes de agua.
Sin embargo, de estas 20 metas, sólo se cumplieron 6 y de forma parcial, como el control de especies exóticas e invasoras, la protección de áreas terrestres y marítimas, la participación equitativa de los beneficios que sobresales de la utilización de recursos genéticos, la elaboración de políticas para proteger la biodiversidad, el avance en el conocimiento científico sobre la biodiversidad y la asignación de recursos financieros para proteger la biodiversidad.
Los expertos señalan que el fracaso del acuerdo de Aichi es debido a que los países tienen problemas al abordar el tema de la conservación junto al de sus economías y el aumento de la demografía. Es decir, los resultados tan pobres se deben por incentivos dañinos, como los subsidios a la industria de combustibles fósiles y la pesca excesiva. Inclusive, la falta de recursos económicos es un problema, ya que, de acuerdo con la ONU, sólo hay disponibles entre 78 mil millones y 91 mil millones de dólares para financiar la protección de la biodiversidad a nivel mundial; esto por el apoyo inusitado a industrias dañinas para el medio ambiente, que son de 500 mil millones para el combustible fósil.
Pese al negro panorama, la ONU considera que aún hay tiempo para actuar, manteniendo el cambio climático cerca de 1.5 grados centrígrados por encima de los niveles preindustriales (para preservar los ecosistemas); transformar la producción de bienes y servicios, es especial de alimentos, para dejar de presionar en la conversión de tierras en zonas productivas; así como la necesidad de cambiar los hábitos de consumo, adoptar dietas más saludables, reducir el desperdicio de alimentos, optimizar el consumo de energía y el suministro de agua potable.
Referencia.
El fracaso mundial en el intento de cumplir 20 metas para proteger al medio ambiente, en BBC Mundo 17 sep 20