Nombrado en 2008 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, el Día de Muertos es más que una tradición prehispánica, va más allá de “días de fiesta” (1 y 2 de noviembre), por la belleza y complejidad del mestizaje, de la fusión de las culturas mesoamericanas y europeas; por un lado, las tradiciones de las culturas prehispánicas, como la conservación de cráneos mostrados en los rituales que simbolizan la muerte y renacimiento, la veneración del dios del inframundo; por el otro, las creencias católicas de los españoles para “acercarse más a Dios”, de acuerdo con las Sagradas Escrituras, ya que el concepto del alma era uno, otorgado por Dios.
El Día de Muertos de la época prehispánica se conmemora en el 9º mes del calendario solar, prolongándose todo el mes la celebración, ya que el morir era el inicio del viaje al “Inframundo”, al reino de los muertos, que duraba 4 días, una vez ahí, el viajero ofrecía obsequios a los señores moradores eternos del recinto de los muertos. Después, los señores los enviaban a recorrer las 9 regiones, el conocido como el largo y doloroso viaje por el Camino de los Muertos, donde el fallecido debía pasar un periodo de prueba de 4 años antes de continuar “su nueva vida” en el inframundo, para tener su eterno reposo en la llamada “obsidiana de los muertos”. Ello porque el hombre tenía varias entidades anímicas, por lo que, al morir el hombre, cada una pasaba por destinos distintos.
Por ejemplo, en la mitología mexica, el Mictlán era la región de los muertos, donde Mictecacíhuatl (la reina) junto con su rey, Mictlantecuhtli, dan la bienvenida a quienes morían por causas naturales. Para, de ahí, comenzar su viaje hacia el descanso eterno.
Una vez concluida la Conquista Española en todo el territorio Mesoamericano, estos rituales prehispánicos van modificándose por la mezcla de las todavía fuertes creencias indígenas y la religión católica, donde se incluye el Día de los Fieles Difuntos, venerando los restos de los santos europeos y asiáticos que se recibían en el Puerto de Veracruz, transportándose a diferentes destinos con ceremonias que incluyen el arco de flores, las oraciones, las procesiones y las bendiciones de los restos en las iglesias, así como las calaveritas literarias y el pan de muerto, que se colocan en los altares, que van cambiando en algunas regiones del país.
El altar de muertos es uno de los elementos fundamentales del Día de Muertos, donde los deudos mantienen la creencia de que el “alma del difunto” regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia, para darles consuelo y confortarlos por la pérdida.
Los altares pueden tener diversos niveles, generalmente, son dos, que representan el cielo y la tierra (idea prehispánica); otros añaden un nivel más, para tener el concepto del purgatorio (idea cristiana). En algunas regiones del país se elevan 7 niveles que simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y descansar en paz.
En todo altar deben colocarse al menos fotografías de las personas fallecidas, una cruz de semillas o frutas (tejocote y lima), vasos con agua y otra bebida preferida del difunto, así como su comida favorita, veladoras blancas y cirios, sal, papel picado, copal o incienso, flores, objetos personales, entre otros.
La celebración del Día de Muertos principia el 28 de octubre, cuando se recuerdan a las personas que murieron en algún accidente, el 30 de octubre, se recuerda a los bebés que murieron antes de ser bautizados, el 31 de octubre se recuerda a los niños menores de 12 años. Para el 1 de noviembre se recuerda a quienes fallecieron por causas naturales o enfermedades, es el Día de Todos los Santos y el 2 de noviembre, Día de Muertos, es cuando llegan las almas de los difuntos que vienen a recoger la ofrenda que se les prepara.
De esta forma, la muerte se concibe como una nueva etapa, donde el muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha, es una presencia viva, con lo que se comprende como un renacer constante, un proceso infinito que permite que los demás se vean a sí mismo como los invitados de la próxima fiesta.
Es por todo lo anterior que el Día de Muertos en México tiene un reconocimiento mundial por la sensación y extrañeza que causa el recordar y celebrar a los seres queridos, porque es una celebración a la memoria y el recuerdo sobre el olvido.
Referencias.
Día de Muertos en México, qué es, significado y origen, en México Desconocido 27 sep 18.
Conoce el verdadero significado del Día de Muertos, en Excélsior 2 nov 17.
https://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/11/02/1121181
Altar de muertos origen y significado.
https://www.debate.com.mx/estados/Altar-de-muertos-origen-y-significado-en-Mexico-20191015-0141.html
El altar de muertos: origen y significado en México, en Rev. de Divulgación Científica y Tecnológica de la Universidad Veracruzana, vol. 25 no. 1, Enero-Abril 2012.
https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol25num1/articulos/altar/